He intentado escribir estas palabras infinidad de veces. En casa, en el Estudio Hialucic, después del homenaje que le hicieron en la Universidad de Valencia… Con los sentimientos a flor de piel y con ellos en calma. Incluso en su Piedra. Pero nada, no salía nada. O mejor dicho, yo no lo dejaba salir. Durante estos meses en los que él ya no está me ha costado compartir el dolor que sentía, porque siempre ha sido así: las cosas entre él y yo quedan entre él y yo.
Como este post va sobre nuevos comienzos me gustaría presentarme. Soy Lucía Tormo, la hija mayor de Vicente Tormo, entre otras muchas cosas el creador de Hialucic. Tengo 28 años y hace solo 7 meses que perdí a mi padre de forma inesperada. De repente y sin más se marchó, dejándonos un vacío increíble y miles de cosas empezadas que durante estos meses me ha costado afrontar. Dicen que es ley de vida, pero eso no alivia el dolor de perder a quien más quieres en el mundo.
Muchas personas en el proceso de duelo se refugian en el trabajo. En mi caso, mi trabajo me acerca todavía más a él. Lo sentía y lo siento en cada tubo de crema, en cada mail, en cada foto, en cada llamada, en cada paquete y en cada reunión. Ha sido muy duro y a la vez muy reconfortante no cerrar las puerta de mi corazón a un trabajo que lleva su alma y que he compartido con él y con mi familia estos últimos 4 años.
En cierta medida me alegro de haberme enfrentado a todo desde el principio, de no haber parado, aunque soy consciente de que en muchas ocasiones no he podido estar al 100% como me gustaría. Os aseguro que no ha sido fácil, no lo está siendo.
Todo esto nació por él, más bien, gracias a él. Vicente era único y yo no voy a intentar reemplazarlo, sino simplemente tenerlo presente en el camino que la vida tenga preparado para mi y para este proyecto al que dedicó su vida y todo su cariño. La suerte que tengo es que en muchas cosas éramos dos gotas de agua, nunca mejor dicho.
Qué es lo que viene a partir de ahora
La primera cosa que me gustaría contaros es que, evidentemente, Hialucic sigue adelante. Y vaya si sigue! Lanzamos nuevo producto en breve pero todavía no tenemos fecha porque ya sabéis que uno de los sellos Tormo es hacer las cosas ‘despacito y con buena letra’. Lo que sí os puedo adelantar es que este nuevo producto no viene solo. El famoso labial de ácido hialurónico que tanto nos pedís es nuestro reto del próximo 2019.
Todavía no os hemos presentado en condiciones nuestro Estudio Hialucic y pretendo hacerlo muy pronto. Hemos llamado así a nuestro espacio de trabajo porque es el nombre que le daba mi padre a su despacho en casa y donde mi hermana y yo recordamos verlo siempre. Los que conocíais bien a mi padre sabéis que él siempre estaba en su estudio ‘arreglando papeles’. Podríamos decir que es el lugar donde nació Hialucic, aquí y en el cuarto de baño que siempre tenía lleno de botecitos con pruebas. Es un sitio increíble en el que queremos desarrollar algunos servicios con la piel como protagonista.
Vicente ha dejado empezados algunos proyecto y estudios que siguen su curso, más despacio, lógicamente, porque ahora somos uno menos en el barco y falta nada menos que el capitán. Así que os doy las gracias de antemano por vuestra paciencia.
Ampliar el equipo también está en nuestros planes, pero me da tanto vértigo que ya os iré contando más adelante.
Mi pequeño compromiso
Septiembre es el nuevo enero y quiero compartir mi propósito de año nuevo con vosotros.
Hialucic es una pequeña firma de cosmética con muy pocos productos y mucha historia detrás. Historia personal y familiar y muchas otras que nos llegan cada día porque las compartís con nosotros. Por timidez me cuesta abrirme y ese, precisamente, es mi nuevo reto. Comunicarme más, expresarme más y mejor con todas las personas que no solo dejan una crema en la balda de su baño, sino que además confían en nosotros, nos buscan y nos hacen felices.
Queremos daros más contenido, especialmente visual, así que Instagram va a ser una herramienta fundamental en nuestra comunicación y os invitamos que nos sigáis por allí.
En definitiva, ya estamos aquí y estamos preparados para lo que viene. Es irónico que me lleguen las fuerzas para escribiros en septiembre, con la vuelta al cole. Pero estoy segura de que Vicente, como buen profesor, me pide que empiece el curso con buen pie. Lo voy a intentar, con todas mis fuerzas y con las suyas, con todo mi corazón y con el suyo. Ojalá nos sigáis acompañando en esta nueva etapa.
No quisiera despedirme sin antes agradecer todas las muestras de cariño que mi madre, mi hermana y yo hemos recibido en estos últimos meses. Nos hemos sentido muy arropadas y orgullosas de ver lo querido que era mi padre.
Gracias de todo corazón y (como diría Vicente) ¡hasta luegooo!
Un abrazo,
Lucía