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COMPRENDER LA PIEL III: PIEL SENSIBLE

Si sufres picores en la piel, rojeces e irritación y además esta reacciona de forma exagerada ante la mínima agresión externa, debo decirte que tienes una piel sensible.

Este concepto no se trata, ni mucho menos, de un término científico pero nos sirve de gran ayuda para identificar un tipo de piel con el que debemos tener unos cuidados especiales.

Una piel sensible, también llamada intolerante o reactiva, es una piel que reacciona ante estímulos que no producen ningún efecto en otros tipos de piel debido a una disminución de lo que llamamos el umbral de protección. Se trata de un problema mucho más frecuente de lo que parece, especialmente en está época del año en la que la piel está más expuesta. Vamos a conocerla más de cerca.

Las pieles sensibles cuentan con dos características fundamentales que las diferencian de las demás:

La piel sensible es un tipo de piel clínicamente muy inestable, por eso deben cuidar mucho su rutina diaria para minimizar las molestias y lesiones. Una vez que la sensibilidad se ha instaurado en la piel, ciertos hábitos o conductas pueden aumentar o prolongar las peores etapas de tu piel sensible.

5 CONSEJOS PARA CUIDAR LA PIEL SENSIBLE

  1. Limpia tu piel en profundidad dos veces al día con productos sin detergentes, parabenos, sin perfumes y adecuados para tu tipo de piel.  Si tienes dudas pregunta a  un experto y opta por productos más naturales.
  2. La hidratación es esencial y no hay principio activo más hidratante y regenerante que el ácido hialurónico. Al mismo tiempo que crea una película de protección sobre tu piel impidiendo que se evapore el agua, penetra hasta las capas más profundas para aportar una mayor hidratación. No olvides que, además, el ácido hialurónico favorece la síntesis natural de colágeno.
  3. Intenta evitar la ingesta de alcohol y las comidas muy especiadas ya que, generalmente, tienen un efecto vasodilatador. Es importante llevar una dieta rica en antioxidantes como la vitamina A, C y E, así como aceites vegetales naturales.
  4. Evita los cambios bruscos de temperatura. El frío excesivo reduce las secreciones que mantienen la película hidrolipídica, mientras el calor estimula la sudoración que seguidamente se evapora haciendo que la piel llegue a secarse y sea más propensa a la irritación.
  5. Evita el estrés y la falta de sueño, ya que pueden ser desencadenantes de la piel sensible.

ALGUNOS PROBLEMAS QUE AFECTAN A LA PIEL SENSIBLE

 Esperamos que estos consejos os sirvan de ayuda y os esperamos con la próxima entrada del blog la semana que viene que promete ser muy interesante.

Un saludo y feliz semana,

Equipo Hialucic